Un electroimán es un imán cuyo campo magnético se produce mediante una corriente eléctrica que pasa a través de una bobina alrededor de un núcleo de hierro. Joseph Henry inventó el primer electroimán en 1825. Los electroimanes se usan ampliamente en motores eléctricos, frenos de automóviles, grúas, trenes de levitación magnética y otros dispositivos que requieren campos magnéticos controlables.