Por Marina Kopf y Vicky Nguyen — NBC News
Will Llamas no era un consumidor habitual de tabaco cuando un amigo le presentó las bolsas de nicotina Zyn.
“Estaba convencido de que, al no contener tabaco, eran bastante seguras”, explica Llamas, de Stamford, Connecticut. “Me gustaba cómo me sentía. Sabía bien. Y así me enganché”.
Llamas, de 32 años, no tardó en hacerse adicto a Zyn y llegó a consumir hasta 20 sobres al día. Las bolsitas vienen en dosis de 3 ó 6 miligramos de nicotina en una variedad de sabores, como café, menta y cítricos.
“Te da un toque de dopamina, te sientes con más energía, más feliz, casi concentrado”, afirma Llamas.
Las bolsas de nicotina como Zyn han aumentado su popularidad en los últimos años. Zyn, una marca sueca, fue adquirida por Philip Morris en 2022, y en los tres primeros meses de este año se vendieron más de 131 millones de unidades, un 80% más que en el mismo periodo del año anterior. El mes pasado, la escasez de Zyn provocó protestas en las redes sociales. Otros productos son Rogue, Velo y On! La mayoría se comercializan como alternativas a los cigarrillos que no causan salivación, no se tienen que sostener con la mano y están libres de humo.
“Normalmente, cuando se dice que algo está libre de algo, hace que parezca menos perjudicial”, afirma Tory Spindle, profesor asociado de psiquiatría y ciencias del comportamiento de la Facultad de Medicina Johns Hopkins de Baltimore. “Nuestra preocupación es que, bueno, ¿eso los hace más atractivos para alguien que de otro modo nunca habría probado ningún producto de tabaco?”.
Aunque Spindle dijo que las bolsitas de nicotina —que los usuarios se meten entre el labio y las encías y luego desechan— podrían servir como una mejor alternativa para quienes ya consumen tabaco, “el reto es, ¿cómo hacer que los productos sean accesibles para este tipo de usuarios, al tiempo que no enganchan a clientes que de otro modo nunca habrían probado la nicotina?”.
En un comunicado, Philip Morris afirmó que está “comprometida con el desarrollo de productos como Zyn, científicamente probados como una alternativa mejor a seguir fumando”.
Llamas dijo que había probado otros productos de tabaco sin humo, pero que no le gustaba el sabor.
“Sinceramente, era bastante desagradable, así que los beneficios no estaban ahí”, cuenta Llamas. “Sin embargo, después de un año de consumir Zyn, empezó a experimentar problemas gastrointestinales, que ahora atribuye a las bolsitas de nicotina.
“Me hice muchas pruebas. Fui al hospital. Me hicieron una ecografía y una colonoscopia, y lo único que descubrieron fue que tenía el estómago inflamado”, explica. Tras investigar sus síntomas en Internet, pensó que el origen de sus problemas podían ser las bolsas. “No he tenido problemas estomacales desde el día que dejé de fumar en seco”.
Llamas lleva un Apple Watch todos los días y dijo que el dispositivo detectó que su frecuencia cardíaca en reposo se redujo en 10 latidos por minuto después de dejar de usar las bolsas.
“Realmente desearía haber tenido más información cuando tomé mi primera bolsa”, dijo. “Si hubiera sabido que me iba a causar tantos problemas de salud, no habría empezado”.
Efectos negativos para la salud
La doctora Donna Shelley, profesora y vicedecana de investigación de la Escuela de Salud Pública Global de la Universidad de Nueva York, afirmó que, aunque las bolsitas de nicotina no causan los mismos problemas de salud que los productos que contienen tabaco, no las calificaría de “seguras”.
“Algunos de los efectos negativos para la salud de las bolsitas de nicotina incluyen síntomas gastrointestinales, como náuseas, dolor en las encías y úlceras, y también algunos riesgos cardiovasculares, como el aumento de la frecuencia cardíaca”, dijo Shelley, que investiga el control del tabaco, y añadió: “Todavía no conocemos el perfil de seguridad completo.”
Un estudio de 2023 que comparó las bolsas de Zyn con el tabaco sin humo y los productos de reemplazo de nicotina encontró que mientras Zyn no contiene “nitrosaminas o algunos de esos agentes causantes de cáncer reales conocidos, sí contiene algunos productos químicos como el formaldehído que la FDA ha dicho que son potencialmente dañinos”, dijo. El Dr. Varisha Parikh, un prostodoncista de Parikh Prosthodontics en Los Ángeles, ha advertido sobre los posibles efectos para la salud dental de las bolsas de nicotina en las redes sociales.
“Colocar algo en el tejido de las encías durante un período prolongado de tiempo, que es un agente químico, sólo estás pidiendo problemas en esa área”, asegura.
Sydney Cunningham indicó que tiene recesión de las encías por el uso de Zyn. Esta mujer de 30 años, de Safford (Arizona), adquirió el hábito mientras estudiaba su doctorado porque “quería un estímulo extra” que le ayudara a concentrarse y estudiar para los exámenes.
“Me pongo las bolsitas de Zyn en la parte posterior de la boca, lo más cerca posible de las muelas del juicio, en la parte superior”, explica Cunningham. “Y ahí es donde estoy teniendo estos problemas de encías”.
Una de las mayores preocupaciones de los expertos médicos es que estos productos no sólo son utilizados por adultos, sino también por niños y adolescentes.
“Cuando los jóvenes consumen nicotina, cambia el funcionamiento de su cerebro. Y lo que puede hacer es predisponerles a una adicción a la nicotina de por vida”, afirma Judith Gordon, profesora y decana asociada de investigación de la facultad de enfermería de la Universidad de Arizona.
Spindle, que estudia el grado de adicción de los distintos sabores de las bolsitas de nicotina, afirma que “parece que están muy dirigidas a los jóvenes”.
“La forma en que están diseñadas es exactamente el tipo de cosa que facilita su uso a los adolescentes y, ya sabes, es cómoda y ocultable”, afirmó Vaughan Rees, director del Centro para el Control Mundial del Tabaco de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard. Las distintas resistencias pueden hacer que sea más fácil empezar a usar las bolsitas, añadió. “La forma en que está diseñado puede, de hecho, fomentar el consumo entre los jóvenes en lugar de ser una alternativa viable para un fumador adulto”.
Un estudio publicado el miércoles en la revista Journal of the American Medical Association descubrió que el consumo de bolsitas de nicotina entre adultos en Estados Unidos sigue siendo bajo, a pesar del aumento de las ventas.
Sin embargo, el estudio sólo se centró en los adultos, según Adam Leventhal, coautor del estudio y director del Instituto de Ciencias de la Adicción de la Universidad del Sur de California. Es posible, dijo, que el aumento de las ventas se deba a menores de edad. “Aunque el estudio se centraba en los adultos, hay datos publicados, y de próxima publicación, que demuestran que una proporción apreciable de adolescentes también consumen bolsas de nicotina en porcentajes superiores a los de los adultos”, afirma Leventhal.
A principios de este año, la FDA emitió 119 advertencias a los minoristas que vendían Zyn a menores de edad.
“La FDA sigue preocupada por cualquier producto del tabaco que pueda atraer a los jóvenes”, declaró un portavoz de la agencia en un comunicado.
La FDA está revisando las solicitudes de comercialización de Zyn y otras bolsitas de nicotina, aunque mientras tanto ha permitido que los productos se vendan en Estados Unidos. Varias organizaciones médicas han pedido a la FDA que los retire del mercado durante el periodo de revisión.
El mes pasado, Phillip Morris suspendió las ventas en línea de Zyn tras cuestionarse si infringía la prohibición de Washington D.C. de vender tabaco aromatizado. Pero los productos siguen estando disponibles en línea a través de otros vendedores.
En un comunicado, Philip Morris afirma que “el marketing de Zyn está dirigido a consumidores de nicotina mayores de 21 años”. Han pasado seis meses desde que Llamas dejó de fumar, pero afirma que sigue teniendo antojos.
“No sé si desaparecerán algún día”, cuenta. Dejar de fumar fue difícil, añadió, porque utilizaba una bolsa de Zyn para realizar prácticamente todas las actividades.
“Así que tuve que volver a aprender a que me gustaran estas actividades y mi cuerpo tiene que crear su propia dopamina”, agregó Llamas. “Así que ir al gimnasio, conducir, estar en el trabajo. Todas estas cosas tuve que volver a aprender a disfrutarlas”.