México no superó de la fase de grupos de la Copa América Estados Unidos 2024, su tercer fracaso desde la eliminación en la Copa Mundial de la FIFA Catar 2022. Es momento de atender la crisis y cambiar el rumbo de cara a la Copa Mundial de la FIFA 2026, donde será coanfitrión.
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Jaime Lozano, quien maquilló un poco el camino con el título de la Copa Oro 2023, ya daba señales de que el objetivo mínimo marcado de llegar a las semifinales en el torneo de la CONMEBOL no se iba a cumplir tras la imposición de un supuesto cambio generacional, el sufrido pase contra Honduras, la falta de idea futbolística y limitaciones en el campo, otro descalabro contra Estados Unidos, el papelón en los amistosos ante Uruguay y Brasil y la frustrante primera fase en este certamen.
Así como contra Arabia Saudí en la Copa del Mundo, el Tricolor no hizo el gol que necesitaba para seguir con el sueño, ahora ante Ecuador.
Lo peor es que el ridículo fue en Estados Unidos, donde es local por ser la selección más taquillera y que también será sede del próximo Mundial. La afición incluso manifestó su enojo con el grito homofóbico, como pasó en la derrota ante Venezuela.
El fallido proyecto de Lozano se une al breve de Diego Cocca y el de Gerardo “Tata” Martino, luego de que en esta Copa América solo sumó una victoria, un gol y dos derrotas. Contra los equipos sudamericanos apenas tuvo cinco llegadas a portería.
Con esto se dejan muchas dudas en el campeonato internacional más importante previo al Mundial, que fue usado como un experimento y estuvo lejos de beneficiarse por las virtudes de jugar en suelo estadounidense. Se concluye que estas tierras le recuerdan a los aztecas que los Estados Unidos los superan tras no ganar la CONCACAF Nations League en un par de ocasiones y que su funcional “localía” está por encima de su calidad y expectativas.
La llamada de atención es para directivos y jugadores, que deben reconocer qué se está haciendo mal.
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