Edu Rubiño: "Es inaceptable que el Ministerio de Igualdad tenga cargos abiertamente tránsfobos"

Edu Rubiño: "Es inaceptable que el Ministerio de Igualdad tenga cargos abiertamente tránsfobos"

El portavoz adjunto de Más Madrid señala el "sectarismo" del Ayuntamiento de Almeida con el Orgullo.

El portavoz adjunto de Más Madrid, Eduardo Rubiño.Aurora Pascual

A las puertas de la manifestación que congregará a más de un millón personas por las calles de Madrid, muchas han sido las polémicas que se han desarrollado en la ciudad con motivo del Orgullo, empezando por la más visible: los carteles con condones y copas que la Dirección de Comercio ha colgado en las calles, en detrimento de las creadas por el Área de Igualdad, centrada en la importancia de la gente mayor LGTBI.

Sobre eso y el papel del Ayuntamiento hablamos con Eduardo Rubiño, portavoz adjunto de Más Madrid en el Ayuntamiento de Madrid.

P: Reclaman ustedes que el Orgullo de Madrid sea declarado de interés general y que durante estos días se permita superar los niveles de ruido. ¿Por qué es importante esta medida?

R: Hay que decir que el orgullo LGTB es un emblema para la ciudad de Madrid. Es un auténtico símbolo para la vida en Madrid que debería ser impulsado desde las instituciones. Nadie entiende que tengamos un tesoro como es en términos democráticos, de acontecimiento y de lo que supone para la ciudad y que no haya un apoyo por parte de las instituciones. Desde que gobierna Almeida y a pesar de la etapa de Carmena donde sí que se le dio un verdadero impulso al orgullo, lo que ha habido son pasos marcha atrás. Se ha destituido la figura del comisionado, que era una figura que organizaba el Orgullo y se está poniendo problemas a orgullos populares, como el Orgullo Vallekano, que precisamente busca que se descentralice la actividad del orgullo y además todos los años se multa injustamente por incumplir los niveles de ruido a los organizadores del orgullo que con tanto tesón y con tanto esfuerzo sacan adelante este evento tan importante cuando todos los días en Madrid estamos viendo cómo se autorizan eventos privados a los que sí que se les permiten estas exenciones.

También se hace, por supuesto, con fiestas como San Isidro, porque es evidente que cuando tú juntas a mucha gente vas a tener que necesitar unas condiciones especiales. Pero el alcalde Almeida y el Partido Popular, por una cuestión puramente sectaria, con el orgullo, no quieren hacerlo. Esto asfixia a los organizadores y pone más difícil que el orgullo se desarrolle con normalidad.

P: Estos límites de ruido acaban redundando en que no se escucha nada cuando hay un concierto o el pregón.

R: Lo que se hace es vaciar de significado el orgullo LGTB y convertirlo simplemente en un reclamo turístico y comercial. Pero se borra toda la historia que hay detrás. Y es que el orgullo y los derechos que disfrutamos hoy no vienen de cualquier sitio, vienen de haber peleado en la clandestinidad, vienen de haber sacado adelante un movimiento LGTB contra viento y marea que durante muchos años que tuvo que sufrir la represión que siempre se ha hecho a pesar de los gobiernos del Partido Popular.

Si se borra esa memoria, si se borra la reivindicación del Orgullo, si quieren un Orgullo que no sea conflictivo, que no sea político, que no conteste a los que ahora están intentando atacar nuestros derechos... Está ocurriendo en todo el mundo. Pero es que tenemos a Vox en España haciéndolo y a Ayuso recortando las leyes LGTB. Si lo que quieren es transformar lo que es una manifestación política en un evento aséptico, pues evidentemente lo que tienes es una cosa que no representa al movimiento que ha que ha luchado durante tantos años para abrirse un espacio en nuestro país y gracias al cual tenemos la situación que tenemos.

P: Y luego tenemos los carteles de este año con tacones, condones y copas.

R: Hay una parte de la polémica que sí que me parece que que habría que aclarar que es que yo creo que creo que no debemos caer en la en la idea de que los tacones, la fiesta, la alegría o los condones son algo de lo que hay que avergonzarse, porque yo creo que ese no es el punto de la crítica.

El punto es que se nos reduzca a un estereotipo o que se nos reduzca simplemente a ese reclamo comercial. Pero por supuesto que el movimiento LGTB ha utilizado todos esos elementos como parte de esa defensa de la alegría que durante años estuvo vedada a la gente LGTB, que no podía expresarse libremente en las calles, que no se podía visibilizar. Además, a veces se cae en una tendencia a dividir entre los homosexuales aceptables que se comportan como se supone que la norma exige y los que la parte del colectivo LGTB que parece que ya no gusta tanto como las personas trans, los hombres que no son normativos o tienen pluma y me parece que las críticas no podemos dejar que nos lleven ahí. Porque eso es un efecto disciplinador y que busca lo que es una crítica legítima a un cartel que reduce y estrecha el orgullo y lo vacía de contenido para transformarlo en una cosa que nos acaba disciplinando y que acaba diciendo no, a nosotros nos gustan los homosexuales que se comportan de la manera que nosotros consideramos aceptable y no reivindicar la diversidad de todo el colectivo LGTBI, que es muchísimo más amplio que eso.

P: A este vaciamiento del que habla también se contribuye desde la parte empresarial. Hemos visto a una hamburguesería de Chueca jugar a que si compras una hamburguesa te regalan un bote de popper, que resulta que es un cubo de nuggets. Está ganando el negocio y las asociaciones están dando barra libre al no tener un discurso político.

R: Siempre hay una tensión entre entre la incorporación de todo el mundo al orgullo, de cualquier sector de la sociedad civil y el movimiento de pinkwashing, que algunas veces es tan evidente que acaba efectivamente desnaturalizando lo que debería ser un movimiento que lucha por sus derechos y que tiene que tener una agenda política y unas reivindicaciones claras.

Afortunadamente existe en Madrid cosas como el Orgullo Crítico, que todos los años recorren las calles. Creo que hay muchas expresiones también en los barrios. Por ejemplo lo que decía que saca adelante Orgullo Vallekano o el de mi barrio, el de Usera. El orgullo no puede estar solamente en la almendra central de la ciudad como reclamo turístico, sino que deberíamos conseguir que impregnar a todos los barrios de la ciudad. Tenemos ese deber y esa capacidad. También esa agencia como movimiento y como activistas de apostar por aquellas experiencias que son más contestatarias y que quieren preservar esa esencia reivindicativa del orgullo frente a otras expresiones que son más comerciales. Desde luego tienen que tienen que convivir, porque además creo que también ayuda a que a que sea lo más amplio posible, pero hay que mantener ese núcleo crítico. Y ese núcleo crítico tiene mucho que decir en un contexto en el que estamos viendo como en todo el mundo se recortan, como en Italia, los derechos de las mujeres lesbianas para quitarles la tutela de los hijos. Ese es el grado de cosas que estamos viendo y está ocurriendo en otros muchos sitios, cosas muy graves.

Frente a eso, evidentemente, en este momento tan excepcional, lo que hay que recuperar es un orgullo político, un orgullo fuerte y un orgullo que tenga un mensaje muy claro que lanzar a la sociedad.

P: Habla de sacar el Orgullo de Chueca, pero cuando sale se ponen trabas como ha ocurrido con el Orgullo Vallekano.

R: Está bien que la almendra central o que el lugar en el que tradicionalmente se ha llevado a cabo el orgullo siga teniendo un montón de actividades que movilizan a la ciudad. Y de hecho, los organizadores del Orgullo ya escogen las mejores ubicaciones para que mucha gente pueda participar de esto y viene a Madrid a pasárselo bien y a disfrutar de estos acontecimientos.

Pero a mí me da pero pero me daría pena que solo se quedara ahí. Yo creo que de hecho el Ayuntamiento en eso podría tener un papel proactivo. En la etapa de Manuela Carmena se hicieron avances en ese aspecto que es financiar, dar aliento a actividades que llevaran el orgullo a otros muchos rincones de Madrid. Porque es muy importante que en barrios en los que no se está tan acostumbrado a ver este tipo de actividades llegue la visibilidad del orgullo. Al final eso transforma también la vida en el barrio, dinamiza culturalmente y hace que todo el mundo se sienta más libre en todas las partes de la ciudad y no solamente en un lugar como Chueca, el que mucha gente va a pasárselo bien una noche, pero que solamente puede vivir gente que tiene un determinado poder adquisitivo. La mayor parte de las personas LGTB viven en todo el resto de la ciudad de Madrid y en el resto de la Comunidad de Madrid.

P: Esta semana publicamos en El HuffPost un reportaje de personas que han decidido no venir al Orgullo este año a Madrid porque no escuchan nada, tienen que estar dos horas antes en Chueca para poder pasar los controles de aforo y porque la única alternativa de ocio es pagar una media de 50 euros en una discoteca, que justo este fin de semana sube los precios. ¿Qué se puede hacer para dar alternativas de ocio gratuitas?

R: Pues es que cambia muchísimo cuando tú tienes un Ayuntamiento que se pasa un año entero dando cariño y buscando con los organizadores la mejor forma de hacer de esto, ese ese acontecimiento que debería ser uno de los principales eventos que ocurren en la ciudad al año.

Existía una figura que era el Comisionado del Orgullo, el Comisionado del Orgullo era una persona que durante el año entero se ocupaba de coordinar todas las competencias e intentaba impulsar y hacer que el orgullo llegara a ser algo más que bueno, pues los escenarios con con la fiesta y los conciertos, porque evidentemente las entidades que hacen un trabajo espléndido y que lo hacen con muchísimo esfuerzo y con muchas trabas, lo hacen también solas.

En la etapa de Manuela Carmena había exposiciones sobre la historia del movimiento LGTB que se exponían en el Palacio de Cibeles. Se intentaba que llegaran actividades culturales a los barrios, que llegaran video forums, que llegaran charlas y que el orgullo no fuera simplemente una semana en la que la gente pues tiene una manifestación y además se va de fiesta, sino que además hubiera todo un tipo de dinamismo cultural, de propuestas culturales que acompañaran a esa celebración y que además lo sacara también del puro centro.

Hay una falta de coordinación total, hay una dejadez. Ellos dicen no, es que hemos derivado todas las competencias en la vicealcaldía. Pero es que acumula todo tipo de competencias y evidentemente no tiene ni el tiempo material ni la atención necesaria como para hacer esto. Por eso hacía falta una figura como el comisionado y por eso tiene que ser declarado bien de interés.

¿Qué problema tienen el Partido Popular con que esos orgullos que son populares, de barrio, que nacen de la expresión vecinal y del movimiento LGTB en los barrios, no tengan espacio en nuestra ciudad? Eso lo grave. Parece que hay una voluntad expresa de boicotear una cosa que por sectarismo político del Partido Popular, que evidentemente no les gusta.

P: Hay otro melón del que se ha hablado en más ocasiones que es que se da más visibilidad a los hombres que a las mujeres.

R: En general creo que el movimiento LGTB ha sido bastante criticable durante muchos momentos por la hegemonía y la preeminencia que han tenido los hombres cis gays en y que, evidentemente, el resto de siglas del colectivo ha tenido que hacer muchos esfuerzos para que se les conceda el lugar legítimo que siempre les ha correspondido.

En Stonewall, las primeras personas que estuvieron en el frente de esa revuelta fueron personas trans y durante muchos años las reivindicaciones de las personas trans estuvieron ocultas. Yo creo que ahora mismo las reivindicaciones de las personas trans han ganado muchísimo peso en los últimos años y ahí están los avances con las personas trans. Pero desde luego eso es aplicable también a lo que ocurre con las mujeres lesbianas o bisexuales, que siguen estando muchísimo más invisibilizadas.

Eso es una cosa que tenemos que asumir en general en toda la organización del orgullo y en general en todas las actividades que hacemos en el movimiento, pues es responsabilidad de los organizadores y es responsabilidad de quien impulsa estas actividades. Que haya artistas en los escenarios que sean mujeres L y B y que en las reivindicaciones se incorporen esas demandas y que en general en la visibilidad sea una visibilidad diversa, una visibilidad que se haga cargo de todo lo que compone el movimiento, que son un montón de cosas y no solamente un determinado perfil.

P: Es el primer Orgullo con recortes LGTBI en Madrid.

R: Es el primer recorte en una ley de derechos LGTB en la historia de la democracia. Es decir, el Partido Popular y Ayuso han llevado a cabo un hachazo a las leyes que durante muchísimos años se tuvieron que pelear para que salieran adelante. En España solo hemos avanzado. Se consiguió acabar con la ley de vagos y maleantes, quitar la ley del escándalo público que seguía persiguiéndonos, se consiguió aprobar el matrimonio igualitario, se consiguió el derecho a la adopción por parte de parejas homosexuales, se consiguió la primera ley trans, se consiguieron las leyes autonómicas y de repente esa flecha que parecía que solo iba para adelante se encuentra con que de un momento para otro, por la emergencia de colonización ideológica del Partido Popular por parte de Vox, en figuras como Ayuso, que está alineada con líderes como Milei, recorta derechos.

Recordemos que Milei es un señor que, por cierto, tiene cargos en su gobierno que comparan ser homosexual con tener piojos.

Este recorte sería mucho más grave de no haber conseguido que se aprobara una ley estatal que todavía cubre algunas de esas competencias y que por tanto, nos ha blindado ante este recorte autonómico que ha llevado a cabo la señora Ayuso. Pero por eso también es importante que se haya sacado adelante un recurso de inconstitucionalidad contra esta medida del Gobierno. Nosotros, como Más Madrid, ya reclamamos al Defensor del Pueblo hace unos meses porque no podemos permitirnos que avances que se habían logrado en materias de reconocimiento de la identidad en despatologización, en que no se maltratara a las personas trans por llevar a cabo su proceso de transición, se vea recortado y se vea puesto en cuestión porque la señora Ayuso esté comparando la estrategia de Vox.

P: Almeida el pasado lunes dijo, y cito textualmente, que "el Orgullo nace con José María Álvarez del Manzano, crece con Alberto Ruiz Gallardón y el WorldPride lo trae Ana Botella a la ciudad de Madrid

R: De hecho, Álvarez Del Manzano tiró la primera piedra de Stonewall. La primera manifestación en Madrid fue en el año 78, es decir, 12 años antes de que Álvarez del Manzano llegara a la alcaldía, con lo cual difícilmente inauguró el orgullo. Y no solamente eso, es que además el Orgullo ha crecido en la ciudad de Madrid siempre, a pesar del Partido Popular y ahí están las hemerotecas para comprobarlo. El señor Álvarez del Manzano tenía un concejal que era el señor Matanzo que quiso cerrar el local de el local de los impulsores del Orgullo de Madrid, de COGAM. Lo clausuró ilegalmente y tuvo una protesta multitudinaria que le obligó a reabrirlo y tuvieron que dar marcha atrás porque era un escándalo que el Ayuntamiento de Madrid estuviera intentando cerrar un centro de personas homosexuales depravadas que estaban ahí haciendo no se sabe qué actividades, como decían.

Después vino Ana Botella con sus peras y manzanas. Pues no sé qué se puede pensar de si ella, si ayudó o no ayudó a que a que el orgullo se expandiera. Pero yo sí recuerdo todos los problemas que hubo cuando, por ejemplo, Gallardón quería incluso que los conciertos del Orgullo se hicieran con auriculares y la gran propuesta que proponía, porque molestaba el orgullo, era que se pusieran pinganillos y que los conciertos se hicieran transmitidos por auriculares. El Partido Popular ha intentado poner trabas permanentemente, ha puesto multas sistemáticamente y hasta que no llegó la alcaldesa Manuela Carmena no hubo una exención, no hubo una apuesta para convertirlo en bien de interés público y conceder permisos para hacer el orgullo en condiciones.

Y lamentablemente ahora el Partido Popular está otra vez poniendo en problemas la viabilidad del orgullo.

P: El orgullo este año habla y el lema que habrá el sábado en la manifestación va a cerca de educar en diversidad. El 27% de los hombres jóvenes de la Generación Z dicen que les incomoda mucho ver una pareja homosexual. El Ayuntamiento ha sacado una campaña desde el área económica con condones y copas y el área de Igualdad una centrada en personas mayores que se parece mucho a la campaña que cuando llegó Almeida a la alcaldía censuró al equipo de Manuela Carmena. ¿Por qué no se habla de esto?

R: Se ha dicho que precisamente la campaña que nosotros hicimos de Nuestro mayor Orgullo, que hizo también el Ayuntamiento, era una campaña importantísima, Es decir, hablar de las personas mayores LGTB, de los casos de soledad no deseada, de los problemas que tienen para acceder o para estar en una residencia sintiéndose cómodos y sin ningún tipo de problema es es una cuestión importantísima. Pero evidentemente, la derecha tiene un problema con el tema de la educación afectivo sexual. Tiene un problema con que la educación sea una herramienta de libertad. Y de nuevo, Vox está introduciendo un mensaje en muy viejo que es esto de que los niños son sagrados. Y es verdad, son sagrados para crecer en libertad, para que se garanticen sus derechos, para que tengan derecho a vivir en una escuela en la que no reciben acoso escolar, pero ellos lo dicen volviendo a resucitar esta vieja historia de que las personas LGTBI corrompen a los menores y destruyen sus vidas.

Ya en los tiempos, en los años 60, en Estados Unidos hubo una famosísima campaña de Anita Bryant, que era una radical, que podría ser perfectamente una Carla Toscano de la época, que sacó una campaña que se llama 'Salvemos a nuestros hijos', que lo que quería básicamente es que los profesores LGTB fueran expulsados de las aulas y que si eras homosexual no pudieras ejercer como profesor.

La homosexualidad, la transexualidad o cualquier discordancia a las normas automáticamente te convierten en un peligro y en algo que hay que ocultar de los menores, cuando en realidad lo lo único que significa la educación afectivo sexual es que desde el primer momento los niños y las niñas sepan que elijan lo que elijan, sean quienes sean, tengan la diversidad del mundo a su disposición y que evidentemente sepan que en cualquier caso van a ser tratados de forma exactamente igual, que van a tener todos sus derechos y que van a poder crecer en plena libertad. Lo dice la propia Constitución, que explica que la misión de la educación es precisamente garantizar el pleno desarrollo de la personalidad de los niños y de las niñas. Y eso es exactamente lo que busca la educación afectivo sexual.

P: En los últimos 20 años se ha aprobado el matrimonio igualitario, dos leyes trans, una ley LGTBI, ¿Qué queda por hacer?

R: Hay muchas cosas pendientes. Yo creo que en este país habría que penalizar las terapias de conversión de la sexualidad. Evidentemente, ahora mismo están prohibidas por la última ley que se aprobó con sanciones administrativas, pero no es suficiente. Las asociaciones especializadas, como No es terapia, han dejado muy claro que es insuficiente para acabar con el fenómeno de las terapias de conversión de la homosexualidad y de la transexualidad, y por tanto hay que introducirlo en el Código Penal. Habría que llevarlo a cabo en esta legislatura y que debería ser un debate en este tiempo. Es mucho más extenso de lo que pensamos.

Hay muchísimos casos ligados a congregaciones religiosas y a pseudo profesionales que causan unas secuelas absolutamente terribles que en algunos casos conllevan problemas de salud mental gravísimos y secuelas para toda la vida de las personas que caen en estos procesos absolutamente indignos que atentan contra la dignidad de las personas.

Hace falta es que exista un dispositivo de la Justicia que haga que produzca antecedentes penales, que tenga el carácter disuasorio suficiente como para que no se crean con la libertad de poder atentar contra la dignidad de estas personas y causar esas secuelas que son absolutamente aberrantes, que en mi opinión son torturas. Nosotros lo vamos a poner encima de la mesa, lo estamos poniendo ya desde hace mucho y ojalá se se avance con ello.

P: Hay una vieja conocida suya, por entender que es un fenómeno más amplio de lo que nos podemos pensar, que es Elena Lorenzo. Una persona que tuvo que dejar de ejercer este tipo de acciones en Madrid tras una multa, pero que se fue a Guadalajara, a media hora de donde ejercía sus ejercicios, y no ha pasado nada.

R: El caso de la coach Elena Lorenzo fue muy paradigmático porque ofrecía sus servicios en la plataforma Grindr. Conseguimos, después de presionar muchísimo a la Comunidad de Madrid, que impusieran una sanción a través de la ley que ahora se ha cargado Ayuso y que ya no tiene todas las garantías que tenía antes para enfrentar este fenómeno.

Se le impuso la sanción y lo que hizo fue moverse, reunir a través de un crowdfunding el dinero de la multa, probablemente con satélites ligados a determinados partidos políticos, y volvió a reincidir y siguió haciendo con normalidad. Por eso hace falta un instrumento más potente para acabar con este fenómeno.

P: ¿Cómo valora el papel del Ministerio de Igualdad estos meses? El único anuncio que hemos podido escuchar de la ministra Ana Redondo es que no va a reconocer a las personas no binarias porque no lo dice el acuerdo de gobierno con Sumar.

R: Nosotros somos críticos y esperamos que haya avances sustanciales, porque efectivamente el camino se demuestra andando y nosotros vamos a apoyar y vamos a impulsar todos los cambios que se nos propongan. Pero es sorprendente que cuando se propone una cosa como incluir a las personas no binarias, que es algo que quedó pendiente en la anterior Ley Trans, se conteste de una forma tan insultante hacia hacia las personas no binarias.

Yo creo que esto es un gran error. También es inaceptable tener al día de hoy cargos en el Ministerio abiertamente tránsfobos Es una cosa que nosotros como socios del Gobierno hemos dicho con toda la claridad y con toda la rotundidad y que cuenta con nuestro absoluto rechazo. Si a día de hoy hay personas como la directora del Instituto de la Mujer ejerciendo esa responsabilidad, teniendo declaraciones tan absolutamente aberrantes sobre las mujeres trans, que son mujeres y que por tanto deberían ser también reflejadas en el trabajo del Instituto de las Mujeres, es contra nuestra voluntad y con nuestra crítica en el gobierno.

Gobernar en coalición implica asumir que hay contradicciones que van a estar ahí. No siempre se va a estar de acuerdo en todo, no siempre vamos a poder tener nuestras posiciones, pero nadie nos va a negar el derecho a expresar que nosotros no estamos de acuerdo con eso y que si de nosotros dependiera, desde luego esto no sería así y que vamos a seguir empujando para que esto cambie.

Y además de eso, esperamos avances concretos y esperamos avances que sean una realidad. Por ejemplo, desde luego celebramos que se haya presentado un recurso de inconstitucionalidad por los recortes de la ley LGTBI y trans. Lo que queremos es ver más avances concretos y que los avances en el seno del Gobierno de coalición nos permitan estar orgullosos de la trayectoria en esta legislatura.

P: La semana pasada presentaron una medida para luchar contra una lacra que afecta especialmente a la G del colectivo, que es el chemsex. ¿En qué consiste el plan y por qué hay que atajarlo de raíz?

R: Sí, hemos presentado el programa Albatros. Lo hemos llamado así desde Más Madrid y que intenta dar una respuesta institucional, una respuesta de políticas públicas y una respuesta rigurosa ante un fenómeno al que no se le puede devolver la vista desde las instituciones y que hace ya mucho tiempo que en Madrid y en ciudades de toda España y Europa está ofreciendo unas cifras preocupantes. Hablamos de las consecuencias de riesgos, las consecuencias de adicciones que en muchos casos está provocando esta forma de practicar sexo y que muchos colectivos que trabajan en salud sexual llevan advirtiendo desde hace mucho tiempo. Están desbordados y hay que ofrecer una respuesta a estas consecuencias.

Hay que aprender de cuando se vivieron situaciones críticas para el colectivo como la pandemia del VIH y la falta de respuesta institucional que hubo en aquel momento. Cuando surge una situación o un fenómeno de estas características que está golpeando tan fuerte, las instituciones tienen que buscar la manera de responder y lo tienen que hacer además de una manera no moralizante y no estigmatizante. A nadie se le escapa que hay una serie de gente que quiere utilizar este fenómeno para señalar, para estigmatizar y para castigar a un colectivo que ya de por sí ha sufrido discursos discriminadores durante toda la historia.

Nuestro programa contiene 33 medidas que son de orden local, de orden autonómico y de orden estatal, que ha salido gracias al trabajo de la diputada Jimena González, de la diputada Marta Carmona y de Ovidio, que es miembro del sectorial LGTB de Más Madrid junto a un montón de saber experto.

Son 60 páginas que tiene diversas medidas de calidad en términos de formación, de implementación de recursos y de una respuesta integral desde las políticas públicas a este fenómeno. Yo estoy muy orgulloso de que Más Madrid sea una organización política y un partido político que ante problemas complejos no se soluciones simples y mágicas que crean que sus medidas son una varita mágica que va a solucionar problemas como, por ejemplo, el de la vivienda, de la noche a la mañana.